La cosa

Ulises Rodríguez Ortiz

Vivimos en el llano, ahí donde nomás hay polvo.

Vivimos de cuidar vacas y becerros.

Somos varias familias de lo que algún día fue San Agustín del Rio.

El pueblo más cercano, San Lorenzo se encuentra hacia allá enfrente, donde se pierde el sol por la tarde. De ahí llegan todos y todo.

A pie son 2 o 3 días. ¿A caballo? ¡los caballos son para los ricos!

Desde hace 2 días, a un lado de lo que miramos a lo lejos, donde se mete el sol allá para San Lorenzo, se ve una cosa negra y redonda.

Yo digo que no echa humo, pero unos vecinos aseguran que vieron clarito el humo que echa.

Se pierde en el horizonte y no parece moverse. Yo la veo igual desde que apareció.

De noche no se ve, pero la mayoría están atentos a ver si tiene fuego. Yo no le veo nada.

Los animales en esa parte del horizonte no se paran así. Quedarse un rato largo es difícil y peligroso, por el frio que hace y por los que asaltan.

Cuando hemos ido al pueblo hasta allá, ésta ranchería no se nota; nomás nos orientamos por el humo de las casas y por el arroyo que todavía pasa junto a nosotros.

Dicen los abuelos que son los guachos que han de estar vigilando algo, o ¡que algo traman!

Las señoras dicen que son los gitanos, que se roban a los niños.

Lleva ya 6 días. Creo que la cosa ha crecido y que viene hacia nosotros. Creo que nos mira.

Los hombres que ya trabajan dicen que habrá que ir a ver qué es.

El borracho dice que en la noche prende luces y que se parte en pedacitos.

En estas fechas no llega nada desde San Lorenzo; faltarán unos 15 días para que llegue la comida que nos traen a vender.

Mi tío dice que ha de ser un putero.

Pero no me dijo qué es un putero.

Lleva 8 días igualita. La veo mas redonda, se esta acercando ¡seguro!

Le dije a mi papá en el almuerzo que el putero se acerca. Me dio un apretón y un rasguño en mi brazo y nomás miró a mi mamá.

Él dice que no se acerca nada.

Ahora sí, la gente se juntó acá en la loma.

Dicen que el agua del rio que está detrás de las casas está bajando, y que nunca había pasado. Que es mala seña.  Se quedarán 3 hombres vigilando en la noche. Todos queremos saber qué es.

Tememos lo que pueda ser.

Han pasado 10 días; nadie quiere ir. Nomás tenemos palos y machetes.

Dicen que hay que comprar pistolas.

Dicen que hay que ir a San Lorenzo a buscar ayuda y ¡a traer al Padre!

Discutieron los abuelos; están decidiendo a quién mandar a ver a la cosa.

Que todos tienen trabajo dicen;  nadie quiere ir.

Yo no iría, me da miedo.

Las señoras hicieron un rezo; dicen que es del demonio.

Mi mamá no le habla a mi papá porque dice que mi papá creé que es un putero, pero el que dice eso es su hermano.

No me había enterado, pero ayer, los hijos del señor de la tienda salieron a ver que es la cosa. Ya están grandes y llevaban machete.

Hoy, luego de 13 días, cuando busqué en la mañana vi que la cosa se fue.

Un grupo de gente llegó de San Lorenzo, traen comida y mezcal en oferta.

Ellos no vieron nada. Dicen que estamos locos.

Los de la tienda no han regresado.

Ya pasó un mes

¿Los gitanos los convencieron?

¿Se fueron con el putero?

No, ¡fueron los marcianos! dice el borracho

¡Que no! seguro fueron los guachos, dicen los abuelos.

Los de la tienda, que a diario fueron esperados por sus padres, nunca volvieron.

Publicado por Ulises Rodriguez Ortíz

Interesado en escribir historias.

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